Seguro que es algo que te has preguntado siempre… siempre que te has quedado en la bañera relajándote, y luego has notado esa sensación de humedad en las manos, para darte cuenta de que efectivamente, ya tienes los dedos de las manos arrugadas. Es una sensación que nos molesta poco, pero aún así, nos entra curiosidad por ver por qué ocurre esto.
Una cosa es que seamos un gran porcentaje de agua: eso es cierto. Necesitamos el agua para vivir. Sin embargo, nuestro cuerpo es inteligente y sabe cuándo estamos en un entorno con demasiada agua, es decir, cuando estamos sumergidos en ella durante mucho tiempo. Es cuando nuestro cuerpo absorbe el agua para no hacer daño a las células profundas de la dermis.
Es decir, las capas superficiales de la piel, protegen a las más profundas, porque las que están más dentro no aguantarían tanta humedad. Es el sebo de nuestra piel el que protege las células de la humedad, y el que hace que nuestra piel expulse agua. Y ocurre en las manos y en los pies porque es donde más células generadoras de cebo hay, en todo el cuerpo.
Así que ya sabéis: como todo, lo mejor es el justo medio. El equilibrio, nada de quedarse corto o pasarse. Porque ya sabemos que todo en exceso es malo, y el agua no iba a ser menos. Es por eso que sepas que cuando veas que tu piel se está arrugando, es que cuerpo protegiéndote contra el exceso de agua. ¿A que es de lo más curioso?
