Hay que estar al día de las nuevas normas de tráfico. Y esto incluye también aprender nuevos y buenos hábitos a la hora de conducir. Es lo que se llama conducción ecológica, y trata de aprender costumbres nuevas para que la emisión de gases y el daño al medio ambiente sea lo más bajo posible.
Así pues, hay algunos consejos que pueden ser de utilidad a la hora de proteger el medio ambiente. Ante todo, lo que debes hacer es no abusar de una marcha en concreto, y mantener una velocidad de forma constante. Es decir, que hay que cambiar las marchas cuando toca: utiliza la más larga posible, y ante todo, utiliza bien el embrague.
También hay que tener en cuenta que el mal uso del embrague está muy extendido: se debe evitar el uso al frenar, y cuando se usa al cambiar de marcha tiene que ser de una forma rápida. En cambio, frenar con el motor es lo más idóneo. No se trata de frenar cuando estamos llegando, sino que hay que frenar de una forma suave, e ir aprovechando la inercia para así, gastar lo menos posible.
Cuando se trate de estar parados, lo mejor es apagar el motor. Si se calcula que vamos a estar parados más de dos minutos, es más económico apagarlo, pues puede llegar a consumir 0.7 litros por hora.
Y por supuesto, a la hora de conducir un coche de forma ecológica, lo mejor es que tengas un coche adecuado, y que genere menos emisiones de CO2. Si te lo puedes permitir, puedes optar por una de las mejores alternativas, que es un coche eléctrico. Pero si por el contrario, tu presupuesto es algo más ajustado, puedes elegir un coche híbrido, que aunque no es tan ecológico, sí que es más sostenible que un coche tradicional.
