Reciclados de plástico. El plástico es un material que puede reciclarse química y físicamente y el resultado de ello dará mejores o peores productos salidos de ese reciclaje.

Si se los mira desde el punto de vista químico, los plásticos son polímeros: se llama así a las sustancias que se hallan formadas por cadenas largas de moléculas repetidas y es gracias a ello, y a diferencia de otros elementos que pueden tener un sinfín de aplicaciones diversas.

Entre los plásticos se pueden distinguir dos grandes familias, los termoplásticos y los termoestables. Los primeros son aquellos que se pueden reciclar fácilmente, fundiéndolos, y pueden fundirse cuantas veces sea necesario sin que pierda su calidad, pueden llegar a ser reciclados hasta 7 veces.

Los segundos, son más difíciles de reciclar porque se hallan formados por polímeros con cadenas ligadas químicamente, por lo que para fundirlos es necesario destruir su cadena molecular lo que conlleva a una alteración grande de sus propiedades originales.

Pese a esta diferencia los plásticos siguen siendo uno de los materiales más sencillos de reciclar y, debido a su baja densidad, son materiales muy ligeros y fácilmente moldeables, lo que permite que puedan convertirse en otros productos de una forma poco compleja.

Pero también la existencia del plástico tiene sus inconvenientes ya que durante su fabricación se contamina, y una vez que han sido reciclados, no se pueden utilizar para envasar productos de consumo humano.

De todas formas, es conveniente para el medio ambiente que reciclemos el plástico, pues siempre es posible hacer algo productivo con él, por ejemplo crear juguetes o cosas atractivas y de este modo, colaborar con el bienestar del medio ambiente.