Los chicles son uno de esos dulces que gustan a los más pequeños y también a los que ya somos adultos. Son una buena opción para tener a nuestra boca entretenida y generando saliva mientras esperamos a que llegue la hora de comer, pero también son una estupenda opción para calmar la ansiedad si estás dejando de fumar.

El chicle es algo simple, pero su proceso de elaboración no es tan sencillo como puede parecer a simple vista. Lo normal es que se junten todos los ingredientes del chicle y que se amasen durante un determinado tiempo en una gran tolva. El resultado final es una masa gigante de goma de mascar que luego hay que ir cortando en porciones y envasando.

Hay chicles de muchos sabores, pero para elaborar la mayoría de ellos hacen falta únicamente tres ingredientes: el azúcar (o el sustitutivo si se trata de chicles sin azúcar), colorante y la gelatina animal.

Lo que no sabe todo el mundo es el lugar del que se obtiene la gelatina animal, pero hemos encontrado un vídeo en YouTube que lo explica a la perfección y que te va a quitar las ganas de comer chicles de por vida.

Efectivamente, la gelatina animal se obtiene directamente de la piel de los animales, que después de un tratamiento se convierte en un producto viscoso que pasa a ser el ingrediente básico en muchos chicles. Lo podéis ver en el vídeo que os hemos compartido un poco más arriba.

Así que sí eres vegetariano, vegano, o estás pensando en serlo, recuerda mirar bien los ingredientes de los chicles que te gustan, puesto que es posible que también los tengas que eliminar de tu dieta.

Pero no todas las marcas usan gelatina animal, algunas usan para sus chicles productos como el acetato de polivinilo o goma de xantano que en realidad no son otra cosa que productos plásticos, lo cual tampoco parece muy sano.

Ya ves que el chicle, que parece tan inofensivo, especialmente si lo compras sin azúcar, lleva muchos productos que no son nada recomendables. Al final es más nocivo de lo que parece a simple vista.

Si buscas una alternativa saludable al chicle, puedes optar por mascar raíz de regaliz o perejil, pero los vegetales picados también son una buena opción para aportar a tu cuerpo un poco de energía y calmar un poco los ruidos del estómago.

En caso de que no tengas nada a mano y sientas la necesidad de tener algo en la boca, lo mejor es que hidrates tu boca con algo tan sano y sencillo como el agua. Cuando sientas que tienes la boca seca y aparezca la necesidad de masticar chicle, bebe un sorbo de agua y verás como esas ganas de tomar chicle acaban por desaparecer.