Murió el árbol que Ana Frank describió en su diario. El gigantesco castaño al que Ana Frank hizo mención en su famoso diario, donde relató el tiempo que vivió escondida junto a su familia en un sótano de Amsterdam durante la Segunda Guerra Mundial, fue derribado por una tormenta el lunes pasado.

La lluvia incesante y los fuertes vientos que azotaron la ciudad partieron el árbol «como un palillo de fósforos» según atestiguó el portavoz de la casa convertida en el museo de Ana Frank. El castaño, que tenía alrededor de 150 años, estaba repleto de hongos y se quebró a poco más de un metro de altura.

«Oímos un chasquido y cuando miramos, el árbol estaba en el suelo», dijo el portavoz, resignado ante la muerte del árbol, que hace tres años estuvo a punto de ser talado. Una protesta internacional y la promesa de combatir los hongos de la planta y sujetarla para evitar una posible caída impidieron que se cortara el castaño, considerado una amenaza para la seguridad de quienes transitaran el lugar.

Hace aproximadamente un año, cuando el árbol que confortó a Ana en sus días más tristes volvió a florecer después de mucho tiempo, algunos expertos señalaron que viviría por lo menos una década más. Aún sin considerar las inclemencias del tiempo, no se equivocaron del todo, porque el recuerdo del viejo castaño está en cada uno de los brotes que se plantaron el año pasado en un parque de la capital holandesa.