Lola

Lola, automóvil de carreras ecológico creado en la universidad de la ciudad británica de Warwick, es el primero en su categoría que funciona con combustible ecológico fabricado con residuos industriales.

La principal novedad de este monoplaza de Fórmula 3 es justamente la composición del combustible usado para su abastecimiento: para su fabricación se usan restos de chocolate, fibras de zanahorias, fécula de papa y lino.

Para la realización de este automóvil, que necesitó nueve meses de plena dedicación y un costo de alrededor de 150.000 €, se utilizó todo tipo de tecnologías no contaminantes.

Las partes del coche están hechas con materiales reciclados, y el motor, que en su origen estaba adaptado para funcionar a diesel, sufrió las modificaciones necesarias para poder trabajar con los residuos generados por fábricas de chololate y plantas de aceite.

Otra de las novedades de Lola, cuya velocidad alcanza los 135 Km/h, es la presencia de un radiador que transforma el oxígeno en ozono. Es decir, además de no ser poluyente y utilizar materiales que pueden renovarse, el automóvil purifica el aire mientras está en funcionamiento.