Hacerse un tatuaje se trata de una decisión muy importante pues nos marcará de por vida (y nunca mejor dicho) y nos acompañará, para bien o para mal, allá por donde vayamos. Un tatuaje es un medio de expresión, una forma de querer decir algo a través de nuestra piel. Podemos elegir tatuarnos una palabra, una frase, un nombre o un símbolo. Sea lo que fuere, nos cuesta y mucho decidirnos.
Hoy en día existen miles de diseños y tipos de tatuajes a elegir y hay que tener mucho cuidado a la hora de decidir cuál elegimos, dónde y por qué. Hay que ponerse en buenas manos y acudir a un lugar seguro para evitar riesgo de infección y demás tipos de problemas relacionados. Una vez teniendo claro el dibujo o palabras a tatuar, solo nos queda acudir al centro de tatuaje para poder lucir en breve un diseño de lo más vistoso. Pero…¡ojo! que las faltas de ortografías están a la vuelta de la esquina para colarse en tu tatuaje. Os vamos a mostrar 10 de las grandes meteduras de pata de los tatuadores. Para hincharte de reír, si no es el tuyo, o de llorar, si ya yace sobre tu piel el analfabetismo de tu tatuador/a.
Para Ciempre Tuya
Esta persona siempre deseó encontrar al amor de su vida desde que era pequeña. Soñaba con príncipes azules que vinieran rescatarla de las garras de sus malhechores. Aguardaba impaciente en su hogar el día en que éste llegara.
Y ese día llegó, cuando menos lo esperaba. Tal es así que se enamoraron perdidamente, él le pidió la mano, le regaló un solitario con el diamante más grande que había sobre la faz de la tierra, le compró un palacio para ser felices y se casaron. Ella, como agradecimiento por su buen hacer, decidió tatuarse que siempre sería suya de por vida, algo que siempre le decía pero quería formalizarlo de alguna forma, hacerlo más real. Y tan real fue que cuando se descubrió su manga para sorprender a su recién esposo, se quedó patidifuso, no por la frase, sino por la forma en la que estaba escrito, desde entonces aquello fue a pique porque nunca pudo superarlo. Pobre hombre!!.
