En Pownal, Vermont, existe un lugar, una colina, donde los automóviles se amontonan por decenas. Lamentablemente su estado no es nada bueno, ya que han pasado años a la intemperie y al capricho de desalmados, pero algunos de ellos son todo un clásico.
Algunos, por el impacto de la caĂda, están bastante dañados, pero otros son fácilmente recuperables. AĂşn con todo, la pintura exterior en muchos de ellos se mantiene bastante bien, muestra de la buena calidad de los aceros en algunas marcas estadounidenses.
Los automóviles los fue dejando allà George, un anciano de 85 años que los fue abandonando según iba pasando el tiempo, algunos porque se estropearon, otros para ser sustituidos y, otros, fueron en su dia propiedad de amigos o familiares que no tuvieron mejor lugar donde dejarlos. Asà a lo largo de los años. Muchos piensan que es una leyenda urbana los coches abandonados en la colina de Pownal, pero, como puede ver, no lo es.
George dice que pensaba venderlos, aunque no tiene ningĂşn inconveniente en ceder piezas (ya hay bastantes a los que les faltan muchas piezas) o unidades enteras a los restauradores. Incluso se habla de todos ellos por 200 $. El problema es que se necesitarĂa bastante trabajo para acceder a cada uno de ellos y luego «rescatarlos» de su ubicaciĂłn, pero aĂşn asĂ merece la pena. Si se tienen los medios para hacerlo, lĂłgicamente.
Si alguien piensa ir a buscarlos, que se acuerde de mĂ y me traiga un Edsel.
Alcance de la noticia: USA
Referencias: Hemmings
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