Fuegos artificiales, ¿tienen un efecto ambiental? Aunque se los considera sinónimos de fiesta y alegría, los fuegos artificiales provocan consecuencias perjudiciales para el medio ambiente, desde ruidos y contaminación a alteración del comportamiento de la fauna e incendios forestales.

Problemas que vienen incrementándose, en la misma proporción que la cantidad de materiales pirotécnicos usados en las exhibiciones actuales. Y lo peor de todo, para su fabricación se utilizan sustancias como el perclorato de potasio o amonio, que tras las explosiones se concentran en las aguas próximas a la realización de los espectáculos.

Los costos de una exhibición de fuegos artificiales son determinantes a la hora de elegir los materiales a utilizar: las alternativas menos contaminantes son también las más costosas, y por este motivo en la mayoría de los espectáculos pirotécnicos se utilizan los materiales más económicos, aún conociéndose su impacto ambiental.

Si tienes mascotas, seguramente conoces su reacción ante la explosión de los fuegos artificiales. Los animales silvestres también sufren los mismos trastornos; según la proximidad y la persistencia de una exhibición de pirotecnia, el estrés de algunas especies -recuerda que algunos animales tienen el oído mucho más desarrollado que los humanos- podría incluso alterar sus ciclos de reproducción.

Los fuegos artificiales son también una de las principales causas de incendios forestales, porque basta con que una mecha encendida entre en contacto con la vegetación para provocar un desastre ambiental de gran magnitud y hasta consecuencias irreversibles para la biodiversidad.