A nadie le gusta desperdiciar comida, pero aun así, millones y millones de toneladas de residuos son tiradas a la basura cada año. La mejor manera de aliviar este gran impacto en el planeta es dejar los alimentos en su fuente de origen, utilizando siempre solamente lo que realmente tú y tu familia necesitan.
Para facilitar tu tarea y convertir tu cocina en un ejemplo ecológico, te dejo, a continuación, 4 maneras sencillas de reducir los residuos de alimentos en tu hogar – sin poner freno a tu creatividad culinaria.
El cambio debe empezar en el propio supermercado: si tiras muchos alimentos a la basura a cada semana, es interesante considerar la revisión de tus hábitos de compra. Lo mejor es comprar pequeñas cantidades y aumentar las visitas al súper.
No hace falta que vayas a cada día al supermercado, pero hacerlo al menos dos veces a la semana garantiza que compres alimentos siempre frescos, que se agoten antes de la reposición de ellos, lo que reducirá en gran medida el deterioro de alimentos en su refrigerador.
Haga un listado de los ingredientes específicos que necesitas antes de salid de casa al supermercado. Evite compras impulsivas, especialmente de productos perecederos. Ten en cuenta el ritmo de vida de tu casa y familia; si tienes familia pequeña, si estás más en la oficina que en casa o tienes un mes atareado, evita comprar grandes cantidades.
Usa todos los alimentos, la mejor manera de reducir los residuos es utilizándoles. Aprovecha los restos de vegetales o verduras para hacer un caldo vegetal o una salsa. Después, basta congelarla y usarla siempre que necesites. En un fin de semana aburrido, busca recetas de cómo aprovechar las sobras de nevera y ponte a ello.
Una cantidad asombrosa de alimentos se pierde debido a la confusión de los clientes en relación a fecha de caducidad de los alimentos. Esta fecha fue impuesta para que estos productos dejen de ser vendidos en el súper, ya que pueden presentar algún cambio en su estado original, pero en la mayoría de los casos, puede ser consumido por unos días más. Antes de tirar a la basura, compruebe que realmente no se puede comer.
Almacena bien los alimentos para reducir el deterioro en tu cocina. Guarda los alimentos perecederos en un recipiente sellado o hermético. Congela carnes que no utilizarás en 2-3 días.
