Quienes padecen de EC pueden llevar una vida totalmente normal, aunque la misma afección implique una serie de restricciones en la dieta esto no significa que sea un problema para el desenvolvimiento cotidiano, una vez diagnosticada y tratada esta enfermedad deja de ser un inconveniente.

La celiaquía se caracteriza por la intolerancia permanente al gluten, los cereales que contienen esta sustancia son trigo, cebada, centeno, triticale, kamut, espelta y posiblemente avena por una posible contaminación cruzada.

Hoy nos dedicaremos a detallar los componentes del trigo desglosando las sustancias que son tóxicas para los celíacos así como las virtudes, totalmente reemplazables, que este cereal posee.

El trigo está formado por hidratos de carbono, compuestos nitrogenados (principalmente proteínas: albúmina, globulina, prolamina, residuo y gluteínas), lípidos, minerales, agua y pequeñas cantidades de vitaminas.

En este cereal, la fracción de proteínas que resulta dañina para los celíacos es la gliadina, una compleja mezcla de polipéptidos presentes en las semillas, esta sustancia es muy rica en glutamina y prolina.

Cuando la gliadina entra en el organismo de un celíaco la enzima transglutaminasa tisular la modifica y el sistema inmunitario de la persona reacciona en contra del intestino delgado generando la atrofia en las vellosidades que lo recubren.

El gluten no es una sustancia indispensable por lo que puede ser suplantada por otras de origen animal y vegetal, las personas celíacas que siguen una dieta libre de esta sustancia pero variada, que incluya carnes rojas, pescados, pollo, frutas, verduras, legumbres, huevos, cereales sin T.A.C.C , etc en general comen de forma mucho más equilibrada y sana que el resto de la gente.

Si bien el trigo es una fuente de proteínas, grasas, carbohidratos, fibras, hierro y calcio puede ser tranquilamente reemplazado por el maíz, arroz, sorgo, harina de garbanzos, mijo, sésamo y tapioca.

Referido: Celíacos Madrid