Nacido en Turégano (Segovia), fue el único miembro español de la primera generación de la de la Escuela de Nueva York dentro del expresionismo abstracto, fue en 1936  cuando cruzó el océano para dedicarse en cuerpo y alma a la pintura. Tras una crisis creativa, encontraría su lugar dentro del Expresionismo Abstraco Americano; el cual se convertiría en su sello de identidad gracias a la armonía de sus gamas cromáticas, estructuras tímidamente geometrizadas o evocando paisajes interiores. Además, tuvo el lujo de juntarse con altos representantes de este movimiento, tales como: Rothko, De Kooning, Pollock, Kline o Newman; además de los críticos Harold Rosenberg y Thomas B. Hess.

 

En esta exposición, llamada: «Pinturas, juguetes, obras gráficas», realizada por el Museo Esteban Vicente Segovia, se muestran los aspectos menos conocidos o inéditos de la producción artística del artista dentro de su etapa americana: selección de su obra gráfica, textil y catorce pequeñas esculturas o “juguetes”; obras que no se mostraban al público desde hacía décadas. A parte, la muestra se complementa con una selección de pinturas y dibujos de la colección permanente, las cuales establecen diálogo con los juguetes. Por último, para completar la exposición, se nos muestra el vídeo “Esteban Vicente: Retrato de un artista”, realizado por Madeline Amgott en 2007, siendo un documental de acercamiento a la figura del artista, a su proceso creativo y la gestación de su museo en Segovia.

 

A parte de la exposición, el Museo posee una excelente colección de obras donadas por el artista. Ubicado en Palacio de Enrique IV Trastámara, levantado en 1455, posee cinco salas de exposición; pero además, también posee la capilla renacentista original del palacio con artesonado mudéjar, siendo usada como auditorio del museo.

 

Por lo tanto, una oportunidad para admirar arte contemporáneo en el interior de un palacio renacentista español. Estará expuesta hasta el 2 de septiembre.