Uno de los artistas con mayor proyección a futuro, es Koldobika Jáuregui, escultor nacido en Alkiza, San Sebastián en 1959, y que se destaca por su muy buen trabajo empleando materiales como la madera, el hierro fundido y el metal.
Uno de los puntos a su favor, es ser autodidacta, lo que le permite desarrollar su propio arte, recibiendo una mínima influencia de las corrientes existentes. De este modo, sus creaciones son mucho más personales, íntimas.
Ha ganado innumerable cantidad de concursos y becas, pero vale la pena destacar una por sobre las demás, la Beca Zabajaga en 1990, concedida por Eduardo Chillida, lo que le permitió trasladarse a Alemania y formar parte del proyecto experimental «Arte paralelo a la naturaleza«.
Luego del éxito del proyecto y su talentoso trabajo, el mecenas alemán Karl Muller lo invitó a trabajar con él en Dusseldorff, y desde ese entonces, Jáuregui es considerado por los habitantes de dicho país como uno de los diez más importantes representantes del arte español, mencionado entre «gigantes» como Chillida, Tápies o Saura, entre otros.
Sus obras de arte se inspiran en gran medida, es experiencias personales del autor. Así, como el mismo expresa, ha logrado conjugar las experiencias diarias, el vivir cotidiano, las relaciones interpersonales y toda acción del hombre en su día a día, y expresarlos en sus esculturas, en las cuales se apoya para su creación en la madera y la piedra, dos elementos naturales, y que cuajan espléndidamente en lo que desea expresar.
Numerosas exposiciones avalan su talento, principalmente en Alemania, país que lo ha acogido como un ciudadano más, y que esperan fervorosamente sus exposiciones, las muestras de un «top 10» en la escultura española contemporánea.
