Las preocupaciones, las prisas, el estrés… vivimos en un mundo cargados de excusas para no tratar a nuestros hijos de una forma más cariñosa y atenta de la que se merecen.

Casi siempre es sin mala intención, pero incluso nuestro lenguaje es mucho más negativo y frustrante para ellos de lo que nos pensamos. Hoy queremos analizar contigo, esas frases que nunca deberíamos decirles a los niños.

1Por tu culpa

Culpabilizar a los niños es dañar directamente su autoestima

Culpabilizar a un niño es una de las cosas más terribles que existen. Tenga o no tenga la culpa, el poso de sentimientos negativos que genera la culpa en un niño es mucho mayor que en un adulto.

Ellos no tienen recursos para canalizar los errores, especialmente si hablamos de temas conflictivos. La culpa daña directamente su seguridad y su autoestima.

Esto no quiere decir que no les transmitas a tus hijos la importancia de la responsabilidad. Pero son cosas muy distintas. Muy muy distintas.

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