Si estás buscando un deporte que te sirva para mantenerte en forma, probablemente hayas escuchado del crossfit. De hecho, Internet está plagado de vídeos en los que salen hombres musculosos haciendo cosas casi imposibles, como levantar una rueda de camión o cosas similares. Sin embargo, no todo es tan imposible, y una gran mayoría de personas, si ya se mantiene en forma a su manera, es capaz de llevar a cabo algunos ejercicios de esta modalidad.
De hecho, el crossfit no es un deporte en sí, sino una rutina de ejercicios, y como tal, puedes adaptarla a tus necesidades específicas, o a tus capacidades. No es algo que requiera únicamente de músculo o de muchísimo entrenamiento, sino que puedes adaptar los ejercicios a tu propio nivel. No está dirigido a ningún perfil en concreto, sino que abarca varios: desde personas con problemas cardíacos, hasta personas que necesitan un entrenamiento que potencie y trabaje todos los músculos del cuerpo.
Los beneficios del crossfit son muchos,ya que el entrenamiento consigue desarrollar una resistencia cardiovascular, pero también potencia la agilidad, la flexibilidad, la coordinación de todo el cuerpo, el equilibrio, la precisión, la velocidad, la potencia y la fuerza. Vamos, que trabajarás con todo tu cuerpo, quieras o no.
El crossfit es una modalidad de ejercicios que puede hacer todo el mundo, pero con ciertos requisitos. No son requisitos físicos, sino motivacionales: es para aquellos que van a dedicarle el suficiente tiempo, no para los que quieren experimentar con «eso nuevo que ha salido y que tengo que probar». En cuanto a los perfiles, todo vale. Ya seas mujer, estudiante, hombre, sedentario, ama de casa, aficionado a las dietas… puedes probarlo, si de verdad estás mentalizado para un duro programa en el que sudarás, y con el que conseguirás ponerte en forma.
