Partes de un coche eléctrico. Partes que deberíamos empezar a tener claras sobre todo si esperamos que un día, más temprano que tarde, puedan estar en el garaje de todo y sorprendernos con sus gratas prestaciones

En cuanto a las partes de uno de estos modelos, hablando de partes que no contemplan los modelos actuales seguro que sabes hablar del motor, baterías… y poco más, debido a esto vamos a intentar tratarlas todas e indicar que son y que función tienen cada una de ellas.



Motor: puede tener uno o varios, dependiendo del diseño y prestaciones que se quieran conseguir. Esta parte también es la encargada de recuperar energía gracias a sus funciones como inversor

Puerto de carga: es la toma en la que el coche eléctrico se conecta con el exterior, puede haber una toma específica para carga rápida.

Transformadores: son los encargados de convertir la electricidad de una toma casera o de un punto de recarga rápido en valores de tensión y amperaje válidos para el sistema de recarga. No solo son los encargados de rellenar las baterías sino que también son los encargados de atender a la refrigeración para evitar riesgos de explosión o derrames

Baterías: es el depósito donde almacenar la corriente del coche, símil a un depósito de combustible en los vehículos habituales, puede tener una batería auxiliar como la de cualquier coche convencional para sistemas de bajo consumo auxiliares

Controladores: son los encargados de comprobar el correcto funcionamiento por eficiencia y seguridad, regulando la energía que recibe o recarga el motor


Hay que tener en cuenta ciertos parámetros de los motores eléctricos como es su curva de par, que a diferencia de los motores de explosión, esta es plana con un rendimiento excelente sobre todo a bajas revoluciones. Por otro lado, estamos ante motores con una capacidad de giro sorprendente de hasta 20.000 rpm. Motores que no ofrecen ruido ni vibraciones y que sorprenden por un mantenimiento nulo.

En cuanto a las baterías, a parte de la función descrita anteriormente estas determinan la potencia del motor, autonomía y el diseño del vehículo debido a sus dimensiones y peso, características que llevan de cabeza a muchos ingenieros, sobre todo cuando llega el momento de pensar su localización dentro del vehículo. Su rendimiento se ve afectado por la temperatura, empeoran especialmente con el frío.