Seguro que has visto estos bichitos otras primaveras, y lo más seguro es que cuando las ves, te dan algo de repelús, o ganas de pisarlas. Claro que cuando las ves aplastadas contra el suelo, te da el mismo asquete. En cualquier caso, seguro que sabes a lo que nos referimos: a las orugas de pino, que se caracterizan por ir en procesión, de ahí su mote de «procesionarias».

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Por supuesto, se pueden encontrar donde hay pinos, y esto incluye tanto campo como ciudad. Obviamente, más en el campo, pero aún así, no creas que porque vives en la ciudad, no te las vas a encontrar. Y se encuentran, además, en las épocas de florecimiento, es decir, en primavera.

Si te decimos que alejes a tus mascotas, es porque las procesionarias son altamente venenosas, tanto para perros como gatos. Además, seguramente nuestras mascotas sean de lo más curiosas, y en algunos casos puede que intenten cogerlas. Es un grave error, porque enseguida notarán los síntomas, y tú con ellos: se les hinchará la parte con la que han tenido contacto con el insecto, y les escocerá. Lo más común son las patas, porque alguna vez las pisan sin querer, pero también es común que los animales utilicen el hocico, lo que es mucho más grave, ya que está más cerca de la parte respiratoria, y se puede hinchar hasta dejarles sin respirar.

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Por eso, cuando veas que tu animal se comporta de una manera extraña en mitad del campo o de la calle, se intenta rascar, o se queja, mira primero, si hay pasionarias alrededor, porque es lo que tendrás que decir al veterinario, en cuanto llegues. Aquí no existen remedios caseros: si ves esto, lo mejor es que acudas con urgencia a un especialista que se pueda encargar de tu animal.Â