Habitamos un planeta que ha vivido millones de años. Ha ido cambiando, moldeándose, a base de una serie de cambios internos y externos. Su historia se estudia por su geografía. Su composición y disposición, de tierra y el mar, son lo más importante. Meteoritos, tornados, inundaciones, movimientos de núcleo interno y otros muchos eventos han hecho modificaciones en el planeta. Sin embargo, como seres que viven en la Tierra, todos esos acontecimientos han pasado a llamarse catástrofes, por las diversas repercusiones que tienen sobre la humanidad.

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El meteorito del fin

Los meteoritos son una de las principales catástrofes naturales. Su relevancia es tal que es un recurso maravilloso para todas las películas apocalípticas. Éstos meteoroides causan grandes daños al no desintegrarse en la atmósfera y por la fuerte capacidad de impacto que alcanzan.

¿No crees en la repercusión real de su potencia destructiva? Tras las verificaciones en 2010 por expertos, el exterminio de los dinosaurios (y otros muchos animales y plantas) se debió a un meteorito. El tamaño de éste debía poseer tales dimensiones que moldeó por completo el planeta Tierra. Debió ocasionar grandes tsunamis, destrucción de parte de corteza terrestre y, el polvo levantado por la colisión, cubriría la Tierra impidiendo la vida humana. Además de éstos hechos se conjetura la posibilidad de la producción de un efecto invernadero, con un aumento del dióxido de carbono tras el golpe.