El óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por centrales eléctricas, fábricas y vehículos que funcionan con carbón o productos derivados del petróleo que son enviados al atmosfera son los causantes del fenómeno que provoca la lluvia ácida al combinarse con la humedad del aire.

Todos estos elementos químicos se condensan y al formarse la lluvia caen junto con el agua de las precipitaciones devolviéndose a la tierra.

La lluvia convencional tiene un pH de 5,65, mientras que la lluvia ácida tiene valores por debajo del pH 5 pudiendo alcanzar los niveles del vinagre inclusive.

Los causantes de estos niveles de acidez son el ácido sulfúrico, ácido nítrico, óxidos de azufre y nitrógeno, sustancias emitidas por la actividad industrial humana que son fácilmente transportables en el viento, el aire, el rocío, la llovizna etc..

Una vez devueltos a la tierra estos componentes causan variados efectos perjudiciales. Al caer en el agua de lagos, mares y ríos perjudica el desarrollo de la vida acuática, al caer en zonas forestales afecta fuertemente a la vegetación y destruye variedad de organismos, además de actuar como agente corrosivo en toda construcción.