Energía solar térmica, de qué se trata. La energía térmica es también llamada energía termosolar, consiste en el aprovechamiento de la energía solar para producir calor mediante el uso de paneles solares térmicos.

Es aprovechada para uso doméstico, ya sea cocinar alimentos, calentar agua, calefacción, calentamiento de agua sanitaria (ACS), producción de energía mecánica y a partir de ella la energía eléctrica.
Unas placas especiales denominadas colectores, concentran y acumulan el calor del Sol, y lo transmiten a un fluido que queremos calentar, este fluido puede ser bien el agua potable de la casa o bien el sistema hidráulico de calefacción.

En los últimos años hay un aumento notable de instalaciones de energía solar térmica, debido a la sensibilidad social y política sobre temas del medio ambiente; su uso economiza el gasto de energía eléctrica, y además sus dispositivos son sencillos de utilizar.

Dada la gran utlilidad de este sistema de energía, en muchos regiones de España están contemplando una incorporación obligatoria de sistemas de energía térmica en los Códigos de Edificación.

Las ventajas de la energía solar térmica son:

– Es una forma de energía que se puede adaptar de acuerdo a las diferentes necesidades.

– Los costes de mantenimiento se reducen, aunque el mantenimiento de las instalaciones no debería pasarse por alto.

– Las tecnologías para utilizarlas son fácilmente controlables y adaptables a las situaciones de todas las regiones. Las técnicas y los materiales utilizados son similares a los utilizados para la calefacción.

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