Desde una perspectiva ecológica, la opción más verde es sin duda mantener tu coche antiguo en marcha y buen estado, siempre y cuando sea posible. La razón, entre muchas otras, es sencilla: los costos ambientales que supone fabricar un automóvil nuevo sumado al hecho de que tu coche viejo seguramente terminará en una pila de chatarra son muchos más altos para la naturaleza.
Un análisis realizado por Toyota en 2004 reveló que 28% de las emisiones de dióxido de carbono generadas durante el ciclo de vida de un coche con motor a gasolina ocurre básicamente durante su fabricación y transporte. El porcentaje restante ocurre cuando el propietario compra y conduce el vehículo.
Siendo así, una vez que tu coche antiguo ya ha pasado por esta etapa, será mucho más ecológico mantenerle andando en perfectas condiciones que comprar un nuevo modelo. Al vender tu coche antiguo con problemas que contaminan el aire a una nueva persona seguirá polucionando el ambiente. Si el destino del coche es la basura también habrá grandes impactos ambientales, incluso cuando desmantelado y vendido por partes.
Seguramente estarás pensando en los coches híbridos; pese a que estos tengan emisiones más bajas, en realidad tienen un impacto ambiental mucho más grande en su fabricación que los demás coches. Las baterías que almacena energía para funcionamiento de estos vehículos no son ecológicas. Además, todos los vehículos eléctricos solo están libres de emisiones si el enchufe que proporciona energía se conecta a una fuente de energía renovable, no una central eléctrica, lo que es más probable.
En resumen, si quieres ser más ecológico, pero necesitas cambiar tu coche, lo mejor es comprar un coche de segunda mano que tenga mejor rendimiento de combustible que el actual.
Es posible determinar la eficiencia del combustible de tu coche y la huella de carbono que deja en el medio ambiente por medio de varias webs como FuelEconomy.gov, TrackYourGasMileage.com, MPGTune.com o por la aplicación para Iphone «Greenmeter App».
