La contaminación sonora es todo aquel exceso de sonido que supere el limite soportable de audición que actualmente es de 50 db_(a).

Por lo tanto todo aquel sonido superior a ese límite es considerado ruido y puede provocar distintos tipos de consecuencias en las personas pero todas de efecto negativo, por lo tanto es denominado contaminación acústica o sonora.

Hoy en día la contaminación sonora es algo con lo que lidiamos día a día, sin darnos cuenta recibimos miles de sonidos de gran magnitud que muchas veces pueden causarnos dolor sin darnos cuenta que el daño que provoca en nosotros puede llegar a ser irreversible.

El transporte, las distintas construcciones públicas o de edificios, los vehículos con sus silenciadores de caños de escape dañados y las distintas sirenas de bomberos o ambulancias son algunos de los tantos factores contaminantes que superan esos 50 decibelios para convertirse en causantes principales de distintos trastornos.

Esta contaminación puede y debe ser reducida ya que depende pura y exclusivamente de nosotros mismos, para ello algunas de las opciones podrían ser:

  • Control en automóviles y motocicletas de caños de escape.
  • Controlando eficientemente a las industrias o construcciones, limitando el uso de sus maquinarias o colocando estratégicos paneles acústicos.
  • Controlando eficientemente el transporte público, tanto vehicular como de trenes, tranvías o subtes.
  • Evitando las conversaciones de a muchas personas en donde todos hablen a la vez, aunque parezca extraño la contaminación acústica también se puede dar por el habla, si 20 personas a la vez combinan sus distintos tonos de voz, terminarán provocando ruido, que es el factor principal de la contaminación sonora.
  • Concientizar a todas las personas de este método de contaminación, la falta de información y la aceptación del ruido como algo común es uno de los principales problemas a resolver.