Carbón y petróleo, más subvencionados que las renovables. En un momento donde urge la necesidad reducir a toda costa las emisiones de gases de efecto invernadero, el informe anual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sobre la situación energética del mundo denuncia que los subsidios para los combustibles fósiles son mucho mayores que los destinados a la generación de energías renovables.

Según los números estudiados, todos los años se destinan 224.000 millones de euros para subvencionar la producción de carbón, petróleo y gas. Y para las renovables, un quinto del presupuesto: tan sólo 41.000 millones de euros.

Para la Agencia resulta imperiosa la eliminación este tipo de ayuda a los combustibles fósiles, pero las grandes potencias siguen haciendo oídos sordos a esta gran necesidad. En España, por ejemplo, se aprobó recientemente un sistema de ayuda al carbón nacional.

Contra quienes defienden las subvenciones de los combustibles fósiles como forma aumentar el acceso de la población más pobre a la energía, la AIE fue clara: no sólo consideró que esto es falso, sino que aseguró que sin subsidios al petróleo y carbón, hasta el 2020 se podría reducir en un 5% la demanda energética, y hasta en un 5,8% las emisiones de carbono.

Asimismo, desde la Agencia afirman que la producción de petróleo alcanzó su más alto volumen en el 2006, y como los yacimientos convencionales están en franco declinio, se mantendrá estable durante los próximos 25 años. Crecerán la producción de gas natural y petróleo no convencional, mucho más caros y menos ecológicos.

Por estas razones, será más barato utilizar energía proveniente de fuentes limpias que los tradicionales combustibles fósiles. Según Faith Birol, economista jefe de la AIE, «lo que los políticos no consiguieron en Copenhague vendrá en una parte por el mercado».

«Si los precios del petróleo y carbón son altos, esto empujará las tecnologías limpias y será buenas noticias para el cambio climático, aunque no será suficiente para llegar a limitar la subida de temperatura a dos grados».