Ser mala está a la orden del día. Es siempre un personaje interesante, con un gran trasfondo emocional… o no. Pero lo que se lleva ahora es qeu las malas sean maravillosas y tengan un gran cuerpazo. Y todas estas cumplen las características.

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Demi Moore en «Los Ángeles de Charlie»

Empezamos con algo de hace una década. Demi Moore se las arregló para obtener el papel de Madison Lee, un ángel caído de «Los Ángeles de Charlie». Más inteligente que las otras tres juntas, casi consigue su objetivo, en el que había mucho dinero y sexo en ello. Pero se las tuvo que ver con la infantil Natalie Cook, soñadora, enamoradiza, pero peleona.

Como suele ocurrir, todo termina mal para la mala, pero aún así, nos dejó unas cuantas escenas en las que comprobamos que, a sus cuarenta años (en ese momento), Demi Moore estaba más que en perfecta forma. Claro está, eran tiempos felices en las que aún estaba casada con un yogurín como Ashton Kutcher.