Cocinar es para muchas personas un gran placer, pero por mucho tiempo que pases en la cocina seguro que tú también tienes las típicas dudas que nos asaltan a todos en algún momento. Una de las dudas más habituales es la relativa a si se pueden volver a congelar los alimentos ya descongelados.

Normalmente cuando sacas un producto del congelador es con la intención de consumirlo, pero seguro que en algún momento te ha ocurrido que después de tener algo descongelando te ha surgido un plan alternativo o por lo que sea has tenido que cambiar de receta. ¿Tienes entonces que tirar la comida si tampoco la vas a poder consumir al día siguiente? La respuesta es no.

se pueden volver a congelar los alimentos ya descongelados

Durante años a la pregunta sobre si se pueden volver a congelar los alimentos ya descongelados ha tenido para muchos una única respuesta “no”, pero lo cierto es que estamos muy equivocados.

Desde la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) destacan que no se puede volver a congelar un producto que ha sido descongelado, salvo que se cocine antes de volver a congelarlo. Pero el Servicio de Inspección Alimentaria del Ministerio de Agricultura de EEUU no opina no mismo.

Para este organismo no hay ningún problema en volver a congelar un producto siempre y cuando todavía tenga cristales de hielo o no haya superado los 4,4º C de temperatura. Los expertos afirman que volver a congelar un alimento que ya ha sido descongelado puede afectar a su calidad, pero su consumo sigue siendo seguro.

Por el contrario, en aquellos casos en los que la comida congelada haya pasado más de dos horas fuera de la nevera o más de una hora si la temperatura es superior a los 32º C, lo mejor es no volver a congelar el producto. Aquí la única solución es cocinar el alimento y una vez que se enfríe meterlo de nuevo en el congelador.

Si queremos que el producto que estamos descongelando esté en la mejores condiciones posibles, lo mejor es olvidarse de la nevera. Los tecnólogos de alimentos recomiendan envolver la comida en plástico o en una bolsa de congelación estanca e introducirla en un bol con agua fría. El agua conduce mejor el calor, lo que hace que los alimentos se descongelen más rápido y que además pierdan menos propiedades durante este proceso.

A veces los cambios de sabor y de textura que notamos cuando un producto ha sido descongelado se pueden deber a que no lo hemos guardado adecuadamente. La carne o pescado debe envolverse totalmente para evitar que aparezcan quemaduras por congelación que afecten a su color y calidad. Además, al meter comida al congelador no hay que apilarla. Hay que formar una sola capa en los estantes. Una vez que el producto ya se ha congelado entones sí se puede apilar.