En época de cambio de temperaturas, nuestro sistema inmunológico suele estar más débil, y nos ponemos enfermos. Da igual que sea entrando el invierno, o a lo mejor cuando ya ha llegado la primavera. Nos empieza a doler la garganta y la nariz se nos congestiona. Se nos olvida de lo que era respirar bien. Entonces, vamos al médico, y no sabemos si decir si tenemos un resfriado o hemos cogido la gripe.

No muchos saben la diferencia, porque lo importante es que nos sentimos mal. Pero si quieres empezar a hablar con propiedad, te vamos a contar cómo diferenciar una cosa de la otra. Para empezar, puedes coger estas dos cosas en cualquier época del año. Dicen que la gripe es más en el otoño y en el invierno, y es cierto, pero también es posible coger una gripe primaveral.

enferma en cama

Dicen que la principal diferencia, además, es que la gripe actúa por epidemias. Solemos confundir la gripe con el resfriado, porque el agente que nos da las dos enfermedades es un virus, y por tanto, no suelen responder al tratamiento con antibióticos, sino que hay que esperar a que se nos pase, y a que nuestro propio sistema sea el que se recupere. 

Pero para saber distinguirlas, tenemos que diferenciar algunos síntomas, que pueden llegar a ser diferentes. Por ejemplo, en el caso de la gripe, suele haber fiebre desde el principio, o al menos, los tres primeros días. En el resfriado, es posible, pero no es nada frecuente, a no ser que estemos hablando de niños.

evitar enfermedades

Esto no es el único síntoma para diferenciar la gripe del resfriado. También hay que tener en cuenta el dolor muscular, por ejemplo, que son propios de la gripe, y nos despertamos como si nos hubieran dado una paliza. También es propio de la gripe que haya dolores de cabeza, al igual que la tos.

Entonces, ¿cuáles son los síntomas del resfriado? Sobre todo, el dolor de garganta, los mocos, que se te irriten los ojos, o los estornudos. Esto es lo que conocemos como resfriado común, y aunque el tratamiento es básicamente el mismo, el de reposo, hay que tenerlo en cuenta si vamos al médico y queremos hablar con propiedad. En ambos casos, hay que tener cuidado con el cambio de temperatura, porque es lo que hace que nuestro sistema se haga más débil, y sea más propenso a coger enfermedades como estas dos.