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La frecuencia con la que acudimos al baño nos da algunas pistas sobre nuestra salud o sobre el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Por eso es normal que nos preocupe si evacuamos más o menos de la cuenta. ¿Cuántas veces es bueno hacer caca al día? Te ayudamos a resolver algunas de esas dudas.

La evacuación de las heces es el último paso por el tracto digestivo de los alimentos que hemos ingerido. Las heces o la caca, como se conoce vulgarmente, salen de nuestro cuerpo a través del recto y del ano. Los excrementos se componen de lo que queda después de que aparato digestivo haya absorbido los nutrientes y los líquidos de lo comimos.

En ocasiones, surgen afecciones o problemas que afectan a este proceso. Una de estas complicaciones es el estreñimiento. En los último años, el número de personas con estreñimiento ocasional se ha visto en aumento. Esta alteración tiene que ver con la falta de movimiento de lo intestinos, lo que provoca una deposición poco frecuente, inferior a tres veces por semana) o con esfuerzo de una caca escasa o dura. En el lado opuesto del estreñimiento se encuentra la diarrea, cuyas heces son acuosas o blandas; y la frecuencia de defecación es mayor.

Pero, ¿qué es lo normal? El número de deposiciones varía de una persona a otra. Algunas personas no hacen cace todos los días y no sufren de estreñimiento. O por otro lado, las heces son blancas y no significa que tengan diarrea.

La mayor parte de la comunidad médica opina que el promedio es hacer caca de 2 a 3 veces por día, después de cada comida. Lo confirma un estudio publicado por la Revista Escandinava de Gastroenterología. En él se descubrió que más del 90% de los participantes del proyecto iban al baño entre 3 veces a la semana hasta 3 veces al día.

Asimismo, hay una serie de factores que suelen afectar al número de veces que hacemos caca al día. La más básica: la ingesta de líquidos. Si no se le ofrece al intestino grueso exceso de agua, la consecuencia será el endurecimiento de la caca y una difícil evacuación. Una dieta poco saludable en la que no esté presente la fibra también influirá negativamente en la frecuencia con la que una persona va al baño. La edad, la actividad física, el estado hormonal o nuestro historial clínico son otras de las causas.

Como ya hemos visto, cada persona tiene su propia rutina a la hora de ir al baño. Lo que es importante es aplicar hábitos saludables  que nos ayuden a tener cierta regularidad, y que cuando tenga lugar la defecación sea sin dolor alguno.