La diabetes es una enfermedad bastante común, pero que tiene efectos de los que a lo mejor no somos conscientes. Es por eso que deberíamos concienciarnos mejor acerca de las enfermedades comunes que existen, porque aunque sean curables o tratables, puede haber algunos resultados que son inesperados. 

Lo primero de todo, es que siempre debes consultar con un médico o un especialista, porque te quedarás tranquilo del todo. Por muy útiles que pueden ser artículos como este, no sustituye a la opinión de un experto. Y por supuesto, te aconsejamos que no busques imágenes, porque puede llegar a ser de lo más desagradable. Es por eso que incluimos, en este caso, imágenes de pies sanos. 

pie estirado

La diabetes puede tener efectos sobre la piel y las extremidades, y por eso debemos tener cuidado con ellas, y tratarlas bien. Y uno de los efectos es el pie diabético, producido porque los nervios y la piel de esta parte del cuerpo se vuelven más sensibles y se pueden producir heridas y ampollas. Si no sabes cuáles son las causas del pie diabético, nosotros te las enumeramos.

Entre los síntomas del pie diabético podemos encontrar algunos calambres, que se suceden con más frecuencia por las noches. También la sensibilidad en las extremidades, o incluso lo contrario, la pérdida de sensibilidad. Si ves que empieza a aparecer líquido infeccioso, ya es hora de preocuparse.

pie

Entonces, ¿cómo se puede tratar el pie diabético? Si no sabías que tenías diabetes, hazte las pruebas primero, antes de que se agrave.Y lo básico es mantener una dieta saludable y dejar el hábito del tabaquismo, porque esto es lo peor que puedes hacer si tienes un pie diabético.

Por otro lado, una vez lo sepas, ya, lo mejor que puedes hacer es revisarte las extremidades todos los días para ver los primeros síntomas de imperfección. Mantener una higiene adecuada también es algo esencial, con un jabón suave y agua templada. No seas muy brusco a la hora de secar los pies, y trátalos con suavidad. Y mantenlos hidratados, ya sea con un aceite, una crema especializada, o incluso con vaselina. Pregunta en tu farmacia o a tu médico cuáles serían las mejores opciones. También cuida la parte estética, y si ves que te aparecen callos, elimínalos con la piedra pómez, eso sí, sin ser brusco.