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El aceite de oliva es un ingrediente indispensable en cualquier cocina. Estamos tan acostumbrados a él que casi no le otorgamos la importancia que se merece. Los investigadores le atribuyen numerosas propiedades favorables para la salud y la belleza. Toma nota y descubre los beneficios de tomar aceite de oliva.

Ante de empezar, conviene recordar que no hay que confundir al oro líquido con otros aceites vegetales que no están indicados para que el ser humano los consuma. El aceite de oliva se extrae del fruto del olivo o aceitunero.

El aceite de oliva contiene grasas monoinsaturadas y ácido oleico, que reducen el riesgo de padecer enfermedades coronarias. Contiene antioxidantes y otros nutrientes antiinflamatorios que son eficaces para aliviar las dolencias de las articulaciones y los músculos, reducir el colesterol y prevenir los efectos del envejecimiento prematuro. Casi nada, ¿verdad? Pues hay más.

Tiene efectos adelgazantes. Contiene grasas saludables que estimulan la pérdida de peso. Actúa como un depurador que elimina las toxinas que le sobran a nuestro cuerpo. Y, por supuesto, también contribuye a reducir la retención de líquidos que hay en el organismo. Por otro lado, no es conveniente abusar de él porque tiene un efecto laxante; de hecho, sus beneficios se encuentra el de estimular el tránsito intestinal.

Los estudios han determinado que las personas que toman aceite de oliva son menos proclives a sufrir un cáncer, especialmente aquellos relacionado con el sistema digestivo. Su alto contenido en ácido oleico ayuda a frenar la proliferación celular.

Otro de las ventajas de consumir este producto es que previene el deterioro mental. Impide o retrasa enfermedades como el alzhéimer. Es también un aliado contra la diabetes porque las grasas saludables que contiene regulan los niveles de azúcar en sangre y la producción de insulina.

Sus propiedades antioxidantes no sólo contribuyen en el adelgazamiento, sino que también fortalece nuestro sistema inmunológico, que nos protege de numerosas enfermedades.

Además de hacernos sentir bien por dentro, el aceite de oliva tiene consecuencias positivas en nuestro aspecto físico. Actúa contra el encrespamiento del cabello, lo regenera y consigue que luzca con brillo. También es un potente producto hidratante. Consigue suavizar la piel, reduce el envejecimiento de ésta y la protege de los daños ocasionados por el sol. Quizá, por este motivo, se hayan extendido en los últimos años las lociones y las cremas que contienen los fabulosos ingredientes del aceite de oliva.

Por último, los especialistas recomiendan tomar aceite de oliva en ayunas. Garantizan que ayuda a nuestro cuerpo a funcionar mejor. Así que si no has incluido al aceite de oliva en tu dieta puede que ya vaya siendo hora de que lo hagas. Y si este producto ya forma parte de tu rutina diaria prueba a tomar un par de cucharadas antes de desayunar; empezarás el día con mucha energía.