Uno se puede quedar helado cuando vea este vídeo de comparación entre un sistema de suspensión tradicional, con el electromagnético desarrollado por Bose. Son diferentes trazadas y en diferentes pistas, y mientras la suspensión electromagnética se mantiene «indiferente» (parece que el coche no esté sobre el suelo, sino sobre una balsa de aceite), el sistema convencional se balancea a uno y otro lado.

Incluso comparándolo con los vehículos más deportivos la diferencia es bien patente. Obsérvese la conductor y los brazos de la suspensión en la comparativa de saltos.


El sistema Bose lleva un desarrollo de 5 años, y sus principios es un motor electromagnético para cada rueda. Dentro de este motor se encuentran los imagenes y las bobinas. Cuando se aplica una corriente eléctrica, el motor se contrae y expande, creando el movimiento de la suspensión.

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Referencias: Bose