Está en todas partes y siempre lo buscamos, pero nunca lo hemos visto: estamos hablando del WIFI. Es lo que nos permite conectarnos de forma inalámbrica a Internet, y lo que ha hecho que nos olvidemos de aparatosos módems y sonidos raros cada vez que nos llaman. El WIFI es imprescindible en todas las casas, y hasta los más mayores ya empiezan a saber de qué estamos hablando. Pero una pregunta muy habitual es la de si es perjudicial para la salud.

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Como esta preocupación es de lo más común, han salido a la luz numerosos estudios que han determinado que no influye en el aumento del riesgo de aparición de tumores, ya que la exposición es muy baja. Algunos creen que la exposición es mucho más alta, porque precisamente el WIFI está en todas partes. Pero la verdad es que la exposición a las radiaciones que emite el wifi suele ser más elevada por el ordenador que por el propio módem. Y no debemos preocuparnos demasiado, porque no solemos tener la cabeza pegada al portátil, sino que normalmente la tenemos a medio metro o poco menos de distancia.

Teenage girl (13-14) asleep on sofa
Teenage girl (13-14) asleep on sofa

Eso sí, debemos preocuparnos más por las horas que pasamos pegados a nuestro teléfono, hablando con él, o durmiendo con el móvil debajo de la almohada. ¿Por qué esto sí? Porque sí que se ha visto incrementado el aumento del riesgo de que aparezcan gliomas en las personas que pasan más tiempo con el móvil cerca de su cerebro. Es por eso que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer aconseja alejar el teléfono de la cabeza, además de colocar el punto de acceso al WIFI por lo menos a un metro de las zonas donde se suele pasar más tiempo, tales como camas o zonas de juegos. Y que donde haya WIFI, la cobertura sea lo bastante buena, y apagarse los puntos de acceso cuando no se usen.