Como las nuevas tecnologías están implicando cada vez más a nuestra vida privada, suelen salir muchos estudios sobre ello: si nos afecta, y cómo nos afecta. Y una pregunta que nos surge es si la adicción a las redes sociales afecta a nuestra felicidad. Lo cierto es que sí.
Las redes sociales son una fuente inagotable de recursos para perder el tiempo. Es verdad que nos entretienen, pero tal vez se comen más tiempo libre del que de verdad disponemos. Ya no solo es en el metro de camino a casa, o a la vuelta, sino que también cuando estamos aburridos, entramos en Facebook o en Twitter para ver si hay algo bueno. Incluso algunas personas lo tienen encendido en una pantalla secundaria de forma permanente. En este aspecto, existen muchas personas que sufren cierta adicción a las redes sociales.
Esto, ¿puede ser malo? Claro que sí, como cualquier adicción. Pero una adicción es peligrosa cuando sobre todo no nos la tomamos en serio y no reconocemos seriamente que puede perjudicar nuestra vida.
Es más, los estudios demuestran que esta adicción a las redes sociales puede afectar a nuestra felicidad. Esto se debe a que las redes hacen que perdamos nuestra concentración para hacer otras cosas. Así, si por ejemplo tenemos trabajo que hacer en nuestro ordenador, las redes sociales pueden hacer que nuestro trabajo sea mucho peor, porque nos sentiremos culpables por estar perdiendo el tiempo, y aún así, seguimos procrastinando.
¿Cómo saber si de verdad somos adictos a las redes sociales? Fácil: si eres de esas personas que no son capaces de apartar la vista del móvil, aunque haya quedado con sus amigos, sentimos decirte que estás cayendo en esta terrible adicción. Porque no todo es ese «postureo» de aparentar que nuestra vida es genial. Simplemente vívela y demuéstrate a ti mismo que es genial.
Así pues, la solución está en aprender a gestionar el tiempo, y debemos darnos cuenta de que hay un tiempo para acceder a las redes, y otro tiempo para trabajar en el ordenador o en el móvil. Deja de ser multitarea, para centrarte en las tareas necesarias, y verás cómo tu calidad de vida, y por tanto, tu felicidad, cambiarán.
