En los tiempos en los que vivimos tenemos la suerte de contar con muchísimos cacharros que nos ahorran trabajo y, en consecuencia, nos hacen la vida mucho más fácil. A la hora de cocinar tenemos los pequeños electrodomésticos como el microondas que vinieron para ahorrarnos esfuerzo y tiempo puesto que la mayoría de las funciones de estos, hacerla de forma manual o tradicional implicaría mucho más rato de dedicación y en ocasiones hasta uso de la fuerza.

El microondas es uno de estos pequeños electrodomésticos que han venido simplificarnos la vida y hoy en día, es complicado encontrar un hogar que no cuente con uno en su cocina. El sistema que utiliza este electrodoméstico es que mediante una radiación electromagnética agitas las moléculas de los alimentos, de forma que se crean unas vibraciones que hace que se genere el calor. De esta manera es como se calienta nuestra comida. Siempre ha existido cierta controversia respecto a si la forma en que calienta la comida los microondas en inocua o, por el contrario, resulta dañina, ya que esta fricción llamada “isomerismo estructural” provoca que las moléculas de los alimentos se alteren y sufran daños.

En Suecia, un equipo de científicos de dedicó a realizar un estudio experimental para averiguar cuáles eran exactamente las consecuencias que tenía calentar la comida en el microondas, en qué afectaba a los alimentos y qué significaba esto en la salud de la especie humana. Para realizar el estudio ocho voluntarios se alimentaron con comida prepara de forma tradicional y otros ocho lo hicieron con menús calentados en el microondas. Los primeros resultados del estudio fueron contundentes, en los análisis realizados a los participantes la diferencia de la sangre era notoria entre los que habían usado microondas y los que no.

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A principios de la década de los 90 se registró la primera muerte por calentar carne en un microondas y hay países, como por ejemplo Rusia, donde están prohibido desde hace 40 años, con el objetivo de preservar la salud de sus habitantes.

Algunos motivos más que podrían llevarnos a dejar de utilizar el horno microondas son los siguientes:

  • Al comer alimentos cocinados en un microondas el daño puede llegar de las células hasta el cerebro.
  • Se cree que la ingesta durante un tiempo prolongado de comida calentada en el microondas podría estar directamente relacionada con el cáncer.
  • Además, los alimentos que se recalientan usando el microondas pierden valor nutricional, ya que se pierden muchas vitaminas y minerales.
  • También dice que la exposición a la radiación a la que nos sometemos usándolo podría debilitar el sistema inmunológico.
  • Otro aspecto que podría verse afectado por el uso de electrodoméstico son nuestras habilidades cognitivas, que tras consumir habitualmente comida cocinada en el microondas nos afectaría a la concentración y estabilidad emocional.