Muchas veces, llegan a nuestras manos algunos frascos de perfume que parecen grandes regalos, pero que en el fondo sospechamos de si son auténticos o no. En teoría, no hay manera de saberlo porque algunas de las imitaciones son demasiado buenas. Sin embargo, ahora hay algunos trucos que nos ayudan a distinguir uno original de uno falso. ¿Cuáles son estos trucos?

En primer lugar, debemos fijarnos del tipo de frasco que tenemos en nuestras manos. Aunque a primera vista parezca original, los expertos dicen que el frasco original normalmente está hecho de una sola pieza, para evitar que se peguen sustancias como los pegamentos para unir las juntas, u otros elementos. Así pues, un frasco original no tendrá irregularidades.  Lo mismo ocurre con la base del perfume, que suele ser perfecto en el caso de los perfumes originales, mientras que en las imitaciones, nos daremos cuenta de que hay irregularidades, nada más tocarlos. Como en todo, también habrá imitaciones buenas que harán este trabajo más difícil.

No solo podemos darnos cuenta por el frasco, sino también por el perfume en sí: las falsificaciones de perfume suelen durar mucho menos, a pesar de que el olor sea parecido. Esto hace que tengas que usar muchísimo más perfume. Si notas que estás gastando de más, igual es porque la fragancia que te han regalado no es un perfume original. También factores como que el tubo dispensador es muy largo, suelen indicar una falsificación. 

Incluso hay personas que pueden averiguar si es una falsificación por el estuche del perfume, ya que los que tienen un embalado de calidad, en el que el propio frasco no se mueve dentro de la caja, y con un cartón de calidad, es porque es original. Las falsificaciones no se preocupan de estos detalles. Incluso en el tema del etiquetado, se puede averiguar si un perfume es una copia o no: la ley obliga a decir los ingredientes, en el frasco o en un librito en el interior. Además, los originales tienen un código de barras con el número de lote, y otro número de control.