Las relaciones sexuales, esas que pueden ser maravillosas o un completo desastre. Esas que están hechas para que dos almas conecten y se entienden a mil maravillas entre las sábanas o que vean claro la incompatibilidad entre ambos. No hay un estudio que diga que es lo que vale o lo que no, lo que gusta o lo que no. Recordemos que para gustos los colores y que cada persona tiene sus preferencias. Dicho eso, es innegable que a los seres humanos nos gusta hablar de sexo…y mucho!

Este no es un tema sólo de hombres. A ellas también les gusta hablar de sus relaciones íntimas y claro que existen ciertos tópicos que siempre ganan más fuerza que otros. Determinadas cosas que se comentan más que otras. Si te interesa saber las 10 cosas que las mujeres comentan sobre el sexo tienes que leer este artículo.

pene

Pene

Comencemos con lo obvio. A las mujeres les encanta hablar de penes. Hablar del pene del novio, hablar de cómo será el pene de tal y de pascual. El caso es hablar del temita. Un tema recurrente y que abarca una infinidad de conceptos. Y vale el pene de cualquiera, eso sí, siempre con respecto (o no).

Entre estas conversaciones se pueden escuchar cosas como “ostras qué grande!!”, o “pues vaya desilusión”. Se abarca desde el tamaño del miembro, hasta su grosor y ángulo de giro con movimientos, todo ilustrado con movimientos de la mano. Si la cosa se anima se puede incluso dibujar formas en servilletas en un bar para que todo el grupo tengo una visión más clara de lo que se está hablando.

besos

Besos

Ai los besos, eso que puede ser tan bueno y a la vez tan malo. Los que pueden coronar a un hombre o sentenciarlo al olvido. No hay medio término para esto. O se vale o no se vale. A veces basta un pequeño error en ese campo y adiós, toda la relación se va a pique.

Un beso sexy, apasionado y con la intensidad correcta es justo lo que una mujer necesita para entrar en el clima deseado, es ideal para ello. Ahora si lo que recibe es un beso baboso, donde la lengua se vuelve tan loca que no sabe si va a terminar perforandole la garganta o haciéndole un agujero arriba, entonces fin del tema.