Una de las preguntas que nos hacemos muchas veces es la siguiente: «¿Podría una amistad ser algo negativo?» Varios autores especializados en psicología han escrito sobre la posible influencia de las amistades tóxicas en el equilibrio mental de las personas.

La respuesta, por lo tanto, es que si, que existen las amistades negativas, conocidas como amistades tóxicas, que más que aportarte cosas positivas te restan tranquilidad, estabilidad e incluso te provocan estrés. Veamos 6 síntomas claros de que una amistad está empezando a ser mala para ti.

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La reciprocidad es fundamental en una relación de amistad, es importante que las dos personas que se consideren amigos estén dispuestos a dar y a recibir a la otra personas. Si en algún momento notas que la balanza entre dar y recibir se inclina piénsalo.

Si eres tú el que aportas todo el rato y tu amigo casi nunca tiende su mano, deberías tener en cuenta seriamente la situación. Debes hablarlo con tu amigo, y si después de comentarlo tu amigo no parece dispuesto a cambiar, puedes empezar a pensar en abandonar esta relación, nada positiva.

Este tipo de amigos que siempre están pidiendo tu atención pero es muy raro que notes que te la prestan a ti cuando la necesitas, es lo que se conoce como «vampiro emocional». Está alerta y aléjate de todo vampiro emocional con el que te encuentres.