1418139697_extras_noticia_foton_7_1Un año antes de la llegada implacable de los híbridos en el año 2013 se abrió una nueva normativa en la que la oportunidad lo era todo y Mercedes decidió tomarla, era la base de investigaciones que cambiará el futuro del motor que pese a que ahora los híbridos son el futuro siempre hay alternativas aplicadas a otros caminos que la F1 investiga año tras año.

El secreto estaba muy bien guardado por la escudería alemana en la que la clave del éxito de las monoplazas del 2014 pasó por el nuevo propulsor que se trata de un motor Turbo V6 de 1600 centímetros cúbicos, antes que nadie en el 2013 había ya toda una flota de ingenieros trabajando en este modelo.

En el reglamento previsto en el año 2014 en la que la normativa de los propulsores y su configuración figuraban conversiones totales a unidades híbridas de potencia con propulsores eléctricos adicionales, llevó al equipo estrella a preguntarse si la FIA afectaba el desarrollo.

Lo interesante es que al preguntarle a la FIA detalles sobre las nuevas normas que nadie preguntaba dió como resultado uno de los mejores propulsores que generó alemania y sin lugar a dudas y sin desvelar la identidad de la fuente fue gracias a la corazonada en el 2013.

El equipo vió sin lugar a dudas la nueva normativa como una oportunidad para ser únicos y todo el desarrollo de la integración final del motor al vehículo, cuestiones referentes a la separación entre turbina y compresor no se pueden hacer de un día para el otro, llevan años de testeo sobre un motor funcional, los ingenieros de Mercedes ya estaban pensando en estos detalles a fines de 2013.

El resultado es asombroso, la planificación con antelación y el ajuste a las nuevas normativas a tiempo llevan al equipo a un dominio ejemplar demostrado  a lo largo del 2014 con los monoplazas W05 ganando 16 de las 19 carreras totales del campeonato.