Corea del Norte quiere mostrar una realidad que no existe. Aunque el régimen denomina a su país como una república democrática, no se aprecia signo alguno de libertad y democracia. Para confirmar que es un pueblo sumido en la opresión, la propaganda y la pobreza, hace algunos años, el fotógrafo francés, Eric Lafforgom, tomó imágenes que reflejan la verdadera Corea del Norte.

Durante las excursiones que hizo, acompañados de guías del partido de Kim Jong-un, aprovechó para disparar a todo lo que se salía de la “normalidad”. En muchas ocasiones, le pidieron que no fotografiara ciertas escenas, pero hizo caso omiso. Una vez salió del país, las publicó. Desde entonces es un enemigo del régimen y, tiene prohibida la entrada para siempre. Aquí os mostramos algunas de las fotos prohibidas de Corea del Norte.

 

 

Tecnología punta

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Corea del Norte vive sumida en una autocracia. Por este motivo no hay signos evidentes de avance social ni tecnológico. De hecho, el acceso a internet está reservado a unos pocos y, siempre, con fines gubernamentales o de investigación científica. Las instituciones sí cuentan con fibra óptica, pero eso es otra historia. El ciudadano de a pie tiene muy pocas posibilidades de comunicarse u obtener información a través de un sitio web.

En la gira que el fotógrafo realizó a través del país, tuvo la oportunidad de visitar una escuela. Allí había unas alumnas sentadas frente a unos ordenadores. Le gustó la escena. Apretó el botón de la cámara. Y entonces, los guías que le acompañaron se dieron cuenta de que los ordenadores no estaban encendidos. “Me pidieron que borrara la imagen”, declaró Lafforgom. Por supuesto, no lo hizo; y ahora tenemos otra prueba del estilo de vida norcoreano.

 

 

Los amados líderes

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Los retratos y las estatuas de los líderes norcoreanos están por todas partes: en las casas, las oficinas, los hospitales o en el metro. Observan o apuntan directamente con el dedo a su pueblo para que nunca olvide quién es el que manda ahí. En la mayor parte están esculpidos o retocados de tal manera que parecen pinturas más que fotografías. Forman parte de un complejo sistema de propaganda del régimen comunista.

En esta instantánea el líder, Kim Il-sung, aparece fotografiado de espaldas. Este hecho está totalmente prohibido. Los ciudadanos de la República Popular Democrática de Corea deben mostrar absoluto respeto por sus líderes. Tampoco está permitido, bajo ningún concepto, hacer fotos con caras sonrientes o con aspecto de burla bajo las imágenes de los dirigentes.

 

 

Picnic en Pionyang

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La ONU alertó hace varios meses que dos de cada cinco norcoreanos sufrían desnutrición. En algunos casos el acceso al agua y a la atención sanitaria es limitado. Un número muy grueso de la población depende del sistema de distribución de alimentos diseñado por el régimen y, por el que se crean extensas colas. Al ser un número de personas tan elevado el que acude a este servicio, las raciones son escasas.

Cuando el fotoperiodista hizo esta foto también le pidieron que la borrara porque “se podía pensar que recogía hierba para comer”. No cuesta mucho imaginar por el cual un hombre con signos de extrema delgadez puede estar recolectando trozos de hierba en un país donde el hambre es una de la mayores amenazas.

 

 

Cosas de niños

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Estamos acostumbrados a ver estampas de niños norcoreanos con pulcros uniformes escolares. En ellas ofrecen cánticos o rinden honores al dictador. En otros casos, se convierten en mano de obra barata y son obligados a realizar trabajos forzosos. Sin duda, una realidad muy cruel.

Y así es como lo ha querido plasmar este fotógrafo: niños siempre expuestos al peligro. En este caso, parecen estar acostumbrados a jugar en las carreteras ajenos a los coches que pasan. Los vehículos son bienes muy preciados que no todos se pueden permitir, por lo que suponemos que no debe de haber muchos teniendo el alto índice de pobreza que existe, especialmente en la población infantil.

 

 

Paranoia nuclear

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El pasado mes de septiembre los medios se hicieron eco de las últimas pruebas nucleares llevadas a cabo por este país asiático. Cuenta con un programa armamentístico de grandes dimensiones que se resume en misiles balísticos y capacidad nuclear. Parece que el gasto militar es una prioridad en el gobierno de Kim Jong-un.

Como es evidente, fotografiar este tipo de ensayos es algo sumamente difícil. Sin embargo, existen otros aspectos que dan a entender que el país tendrá que protegerse de sus enemigos si en alguna ocasión pudiera estallar una guerra. Por ejemplo, el metro de la capital norcoreana es el más profundo del planeta. La razón: resguardar a las personas de un posible ataque aéreo.

 

 

El mercado gris

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Ya hemos comprobado que Corea del Norte es uno de los países más herméticos del mundo. Su economía está basada en el antiguo estilo soviético: satisfacer las necesidades básicas de las masas. Las relaciones con el exterior son mínimas. La mayor inversión que hace es en la industria bélica. Sin embargo, el pueblo se muere de hambre y, por eso ha diseñado un comercio alternativo para seguir vivo.

El mercado negro es una forma de vida como se muestra en la foto de Lafforgom. Impregna a todos los estadios de la sociedad, desde los más pobres hasta las élites. El Jangmadang, como se conoce al contrabando en este país, está perseguido por las autoridades. Pero lo cierto es que hace la vista gorda porque acabar con él supondría que el problema del hambre se agravase.

 

 

Comunismo para pobres

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Corea del Norte se define como una República Popular Democrática. Su forma de gobierno es la de un estado socialista juche; es decir, los propietarios de la revolución son los ciudadanos norcoreanos. Pero todo el mundo sabe que nada escapa a lo que diga el gobierno de Kim, que tomó el relevo cuando su padre falleció hace ya seis años.

Según este arriesgado fotógrafo, no se pueden tomar instantáneas que muestren la pobreza, pero tampoco la riqueza. Y este Mercedes no sólo es señal de que existe la gente pudiente sino que también es un símbolo absoluto del estilo de vida occidental. ¡Menuda contradicción! Esto echa por tierra todo lo que predica el comunismo de Kim.

 

 

Los domingos del régimen

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Los domingos son el día en el que los norcoreanos desconectan de la rutina semanal. Es muy difícil viajar por el país; se necesitan permisos especiales para hacerlo. Así que normalmente se van al parque a hacer una barbacoa, pasean en un bote por el río Taedong, disfrutan de actividades culturales (eso sí, promovidas por el régimen), los colegios visitan la casa del líder King Il-sung, o se unen a los grupos de trabajo por la comunidad como la limpieza de parques o la reconstrucción de carreteras.

En la imagen superior, el fotógrafo francés, explicó que durante esta visita al Delfinario de Pyongyang le permitieron fotografiar a los animales. Pero no debían aparecer los militares “que constituyen un 99% del público”, como se puede ver. Está prohibido hacer fotos a los soldados en cualquier ocasión: de servicio, haciendo tareas domésticas, relajándose o en zonas desmilitarizadas como la frontera con Corea del Sur.

 

 

Los soldados de Kim

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Corea del Norte es uno de los países más militarizados del mundo. El servicio militar de 10 años de duración es obligatorio para la mayor parte de los hombres. Más de 5 millones de norcoreanos son parte del Ejército Popular de Corea; es decir, un 25% de la población del país se dedica al oficio de las armas. Aunque eso no es del todo cierto.

Como podemos observar en la fotografía que tomó Eric Lafforgom, los soldados también se ven forzados a realizar trabajos poco cualificados, que nada tienen que ver con la defensa y el ataque del país. Muy lejos de los espectaculares desfiles en los que se muestra todo el poderío armamentístico.

 

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El país de las libertades

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Se ha denunciado en numerosas ocasiones las violaciones contra los derechos humanos en Corea del Norte. Algunas de ellas alcanzan el grado de crímenes contra la humanidad. Exterminio, persecución por motivos religiosos, políticos y de género, violencia sexual, abortos forzosos y privación de alimentos. A medida que el pueblo norcoreano se debilita, el actual líder norcoreano, Kim Jong-un, va ganando más y más poder.

En un viaje a Chongjin, los guías que acompañaban a Eric Eric Lafforgom por el país, le confiscaron la cámara. Se trataba de una de las zonas más pobres de Corea del Norte, “cuando vi a las personas por las calles, entendí por qué”, declaró el fotógrafo. . Aún así se las ingenió para salvar algunas instantáneas y mostrar al mundo cuál es la realidad de un país que vive sumido en una dictadura.

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