Cuando nos llega la factura de la luz nos echamos las manos a la cabeza. Desde luego, en muchas ocasiones no es para menos. Por un lado, por el precio a pagar y por otro, porque con tantos datos, cifras y hasta esquemas varios, no llegamos a entender bien cuánto es el consumo real y todo lo que son impuestos.

Pues bien, hoy vamos a ver cómo entender tu factura de la luz de una manera muy sencilla. Para ello, nada como desgranarla poco a poco. Solo así, entenderás todos y cada uno de los puntos que aparecen en ella. Aunque parezca algo complicado, no lo será tanto cuando sigas leyendo todos los puntos que te mostramos.

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Cómo entender tu factura de la luz

Si estás dentro del mercado regulado, entonces la factura contará con un orden y mucha información a tener en cuenta.

  • En primer lugar y en la parte superior de la factura de la luz, estará el nombre de la compañía. Será ella la que nos deje saber si entramos dentro del mercado regulado o libre.
  • Justo al lado opuesto, aparece la cantidad a pagar y cerca de ella, ya viene todo más desglosado. Ahí vendrá también el llamado período de consumo. Simplemente es el tiempo de emisión de dicha factura. Hoy en día es mensual pero ha sido cada dos meses.
  • Referencia del contrato: Cuando hablamos de la referencia del contrato, es una de las maneras que tienen para identificarnos, tanto a nosotros como a nuestra instalación.
  • Tarifa de acceso o peaje: Aquí se nos explica que la tarifa vienen en función de la potencia que tengamos contratada. Sea cuál sea, el importe final será puesto por el Ministerio. En este punto tienes que pagar por el uso en sí, la distribución o ciertos costes regulados.

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  • Potencia contratada: Ahí te dejará un punto bastante importante. Aunque la mayoría de las casas tiene una potencia que ronda los 4 kW, otros cuentan con mucho más. Si la tuya es inferior a los 3, entonces puedes acogerte del llamado Bono Social, con el que te pueden hacer un descuento.
  • Facturación por la potencia contratada: De ahí que sea bueno saber la potencia que tenemos contratada y si la necesitamos o no. Más que nada porque en este punto tendremos que pagar aunque apenas haya consumo. Es decir, a más potencia más dinero.
  • Facturación por energía consumida: Tal y como lo indica, en este apartado sí nos indica lo que gastamos y lo que pagamos por ello.
  • Los impuestos: Sin duda, la parte del IVA o impuestos también vienen bastante claros. Además del consumo en sí, siempre hay un tanto por ciento que no nos podemos quitar de encima.