Para enfrentarnos a una entrevista de trabajo debemos acumular energía y estar preparados para cualquier tipo de pregunta trampa, que las habrá. En las entrevistas de trabajo, todo es cuestión de tener un término medio: no hay que parecer inseguro, pero tampoco debemos pasarnos. Así que es difícil, y lo mejor es tener algunas respuestas que igual no te aseguran el trabajo, pero tampoco te descartarán como candidato si lo haces correctamente.

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¿Por qué quieres trabajar aquí?

Es una de las preguntas más difíciles que existen. Evidentemente, seguramente ya tendrás tus respuestas, pero si tienen relación con la remuneración, o con con el beneficio personal, mejor callárselo. No puedes decir que por el sueldo, o porque te han dicho que es muy cómodo. 

En realidad, el entrevistador quiere ver cuáles son los conocimientos que tú tienes de la empresa, y por supuesto, quieren saber si realmente estás interesado en ese puesto de trabajo, y si entiendes de verdad, la misión de la empresa y sus objetivos.