Seguro que la situación que te vamos a describir te suena, entras a consultar tu Facebook y de repente aparece una publicación de una persona (muchas veces un niño) que está gravemente enfermo y te piden que escribas “amén” en la publicación para promover su curación o bien que le des “like” ya que supuestamente Facebook dona una determinada cantidad al enfermo por cada “me gusta” que tenga la publicación.
Lo lógico es que tu primer impulso sea pasar de largo, especialmente en el caso de que lo que te pidan sea un “amén”, y es que está claro que nadie se va a curar milagrosamente de una rara y grave enfermedad porque tú, que no conoces de nada a esa persona, hagas algo tan sencillo como escribir una palabra en una publicación de Facebook.
Pero huir de estas publicaciones no es tan sencillo, si la foto y la descripción de la enfermedad ya te generan angustia, además te empujan a tener un sentimiento de culpabilidad con frases como “sé que no le vas a dar a me gusta porque estoy enfermo” o “sigue de largo si no tienes corazón”.
En ese momento puede que, aunque ni siquiera seas una persona religiosa, estés tentado/a de escribir “amén”. Si lo haces es cuando has caído en la trampa.
Lo que se esconde detrás de este tipo de publicaciones no es otra cosa que una estafa. En realidad no hay nadie enfermo y a saber de donde han sacado la foto, si es que no se trata de una foto retocada.
Cuando escribes en la publicación o le das “like” estás dando acceso a quien la ha puesto a ver tu perfil y obtener tus datos. Se trata de un negocio que en realidad genera una gran cantidad de ganancias.
El funcionamiento de estas estafas suele ser el siguiente. Se crea un perfil de Facebook falso para pedir apoyo a una persona enferma y se comienzan a pedir “likes” o comentarios. Una vez que se han conseguido bastantes se desmonta el perfil y se venden los datos que se han obtenido de las personas de buena fe que han decidido interactuar con la publicación.
El resultado es que ahora hay unos desconocidos que tienen datos sobre ti, tu lugar de residencia, tus amigos, tus gustos… esa información vale mucho dinero para las marcas comerciales y lo normal es que esos datos se suelan vender con fines publicitarios.
Eso en el “mejor” de los casos, y es que la cosa puede ser todavía peor, el estafador puede decidir vender tus datos a un hacker, que podría hacer con ellos lo que te diera la gana e incluso causarte mucho daño.
Lo mejor en estos casos es pasar de largo de este tipo de publicaciones. En los perfiles de familias y asociaciones que de verdad buscan apoyo para enfermos nunca se piden “likes” ni que la gente escriba “amén”.
