Muchas personas sufren de un miedo o pánico intenso hacia un objeto o animal, por lo que algunos podrían considerarlo un trastorno mental conocido como fobia. Una de las fobias más comunes es el miedo a las arañas y serpientes. Pero hay algo que nos hemos preguntado, ¿por qué algunas personas temen a arañas y serpientes y otras no?

A través de los años, se han realizado estudios que tratan de explicar este miedo irracional que desarrollan algunos individuos hacia este tipo de criaturas. A continuación, les mostraremos algunos de los resultados de estas investigaciones, así como las razones por las cuales se desarrolla este temor hacia las arañas o las serpientes.

¿El temor a arañas y serpientes es innato o aprendido?

el temor a aranas y serpientes es innato o aprendido

Una de las preguntas más importantes es saber si este miedo a las arañas y serpientes es innato o aprendido. Se ha determinado que alrededor del 5% de una población en una gran ciudad desarrollan este temor. Es por eso que el Instituto Max Planck para las Ciencias Cognitivas Humanas y del Cerebro, en Leipzig, y la Universidad de Upsala, en Suecia, intentaron descubrir el origen de esta fobia, para saber si se trata de un temor desarrollado por la experiencia o una reacción neurológica del cerebro.

Se descubrió que los niños de no más de 6 meses mostraban señales de temor cuando eran puestos ante fotografías de arañas y serpientes, a diferencia de las imágenes de peces o flores. Stephanie Hoehel, la principal autora de la investigación, explicó que el miedo a estas criaturas es algo programado en el cerebro humano, que no está derivado a la experiencia. Es por eso que estos pequeños ya tuvieron la capacidad de sentir temor ante las arañas y serpientes.

Las arañas y serpientes en contra de otros miedos comunes

Sucedió algo sumamente interesante al realizar estos experimentos con estos pequeños, y es que no parecían reaccionar ante las imágenes de otros animales, como osos, rinocerontes y leones. Hoehel determinó que esto se debe a que la aparición de arañas y serpientes venenosas deriva a millones de años atrás, por lo que el miedo hacia ellos viene derivado de un desarrollo evolutivo. En cambio, la aparición de los mamíferos antes mencionados es mucho más reciente en comparación.

Además, puestos ante otros objetos potencialmente peligrosos, como cuchillos o enchufes eléctricos, a los que las personas desarrollaron una sensación de peligro, no parecieron significar ningún miedo para estos bebés, ya que son objetos relativamente nuevos, por lo que el cerebro humano no ha desarrollado ningún mecanismo de defensa ante ellos. Es por eso que los padres deben tener una enorme precaución cuando los más chicos tratan de interactuar con estos objetos.