Una supersticiĆ³n que se conserva hasta nuestros dĆas es aquella que dice que los gatos negros dan mala suerte, causan enfermedades, o que son utilizados con fines malĆ©ficosā¦
El orĆgen de esta supersticiĆ³n se da en Francia a mediados del siglo XVIII, en la noche en que iba a ser quemada una joven acusada de brujerĆa, y que luego fue perdonada.
Para conformidad de los testigos que esperaban Ć”vidos de ver a la bruja quemada en la hoguera, decidieron poner en su lugar un animal cualquiera, sin que nadie notase el engaƱo. Dadas las circunstancias y la falta de tiempo, los hombres sĆ³lo pudieron conseguir un gato. Y de casualidad fue negro. Lo ataron al poste en el que serĆa quemada la muchacha y encendieron el fuego.
El gato, desesperado, logrĆ³ zafarse de sus ataduras y huyĆ³, corriendo hacia la multitudā¦
Los testigos creyeron que la joven bruja se habĆa transformado en gato para escapar con mĆ”s agilidad y luego vengarse.
Luego de ocurrido este acontecimiento los hombres trataban de evitar a los gatos negros, por asociarlos directamente con las brujas.