Desde pequeños se nos advierte que jugar con fuego es de lo más peligroso. Aunque parece que a muchas personas es algo que les entra por un oído y les va a salir por el otro. Siempre intentan probar cosas nuevas y claro, no sale la cosa como uno se esperar. El fuego arrasa por dónde pasa y hoy lo vamos a demostrar.

Porque son muchos los peligros a los que nos enfrentamos por culpa de jugar con fuego. Ciertos descuidos a la par que imprudencias son las que pueden causar finales bastante complicados. Momentos de tensión que te harán recapacitar y no volver a usar el fuego, solo para lo más necesario.

Adiós a sus partes íntimas

Si es que, hay cosas o experimentos que es mejor no lleva a cabo. Nada como quedarnos con la duda puede ser la mejor de las soluciones. Pues no, hay gente que todavía da un paso adelante y se pone manos a la obra. Algo como este chico que por poco no tiene que lamentar un daño mayor. Ya que el fuego alcanzó sus partes íntimas. Pero quizás la reacción rápida pudo hacer que pudiera contarlo sin mayores problemas.

Si no le bastaba con el cigarro en mano, parece que intenta encenderlo con esa llama que suela la copa. Pero aún hay más. Dicha copa contiene un líquido inflamable como bien puede apreciarse. Por lo que el contacto con cualquier tipo de tejido, hará que éste arda. Así que, en un descuido, se derramó un poco de dicha copa y el fuego hizo su trabajo sucio, como siempre suele ocurrir. ¡Seguro que al joven no le quedaron ganas de seguir haciendo este tipo de bromas!.