Las fotos incómodas del Reinado de Juan Carlos I

Juan Carlos I no era hijo de reyes. Tampoco estaba destinado a ser rey. Cuando Francisco Franco lo designó heredero de la corona española, muy pocos confiaban en él. Pensaron que su reinado sería breve, pero se mantuvo en el trono durante 39 años. Sus actuaciones frente el intento de Golpe de Estado el 23F le hicieron ganar puntos. La buena reputación acabaría yéndose al traste con el paso de los años.

Muchos fueron los escándalos en los que se vio envuelto el rey Juan Carlos I. Fue el principal responsable de la caída de la popularidad de la Casa Real durante sus últimos años como Jefe de Estado. El cuchillo que le asestó a la monarquía española fue tan descomunal, que se vio obligado a abdicar en su hijo Felipe. Repasamos algunas de las fotos incómodas de su reinado.

 

 

 

Las pasiones de un Don Juan

 

Muchas han sido las mujeres que han sido relacionadas con el rey emérito. Julia Steinbush mantuvo una relación cuando tenía 30 años (y el rey 66). Carmen Díaz de Rivera, fue la jefa del gabinete de Adolfo Suárez y una de las pocas en dar calabazas a Don Juan Carlos. La vedette Bárbara Rey, a quien parece que le salió la jugada mejor de lo que pensaba: se descubrió que había cobrado 26 millones de pesetas por parte del gobierno español que compraban su silencio.

Pero, sin duda, la relación que acaparó todos los focos fue la que mantuvó con la princesa Corinna su Sayn-Wittgenstein. Se conocieron en una finca manchega de caza en 2004. Ocho años más tarde Corinna le acompañaba en aquel famoso viaje a Botsuana; era el regalo que el rey Juan Carlos I le hacía al hijo pequeño de la princesa alemana. Aquello supuso que la cosa se pusiera aún más fea de lo que ya era.

 

 

 

La salud a pique

El estado de salud del rey se iba deteriorando al mismo ritmo que la Corona. En menos de cuatro años el rey tuvo que acudir al quirófano hasta ocho veces. De ello se hicieron eco los medios, cosa que don Juan Carlos no llevaba muy bien. Solía dar a la prensa respuestas muy desagradables, lejos de la imagen que debe dar un rey.

En una ocasión contestó a las cámaras sin parar el coche: “muy mal, muy mal, muy mal. Pero la que sin duda permanece en nuestra memoria, fue aquella en la que una reportera le preguntaba sobre cómo se encontraba: “lo que os gusta es matarme y ponerme un pino en la tripa todos los días en la prensa”. La cara de la periodista debió de ser todo un poema.

 

 

 

 

 

Vivir a cuerpo de rey

 

La falta de transparencia de Juan Carlos I también causó polémica. Se descubrió que había recibido una herencia de su padre que ascendía a dos millones de euros. Al parecer aquella fortuna no había sido declarada al fisco, sino que permanecía en algún paraíso fiscal. A pesar de todos los intentos, la Casa Real nunca dio explicaciones convincentes.

El New York Times publicó la fortuna del rey: 1.800 millones de euros. Su anual era de 8 millones de euros. ¿De dónde salía el resto? Como no estaba obligado a revelar información sobre el patrimonio que poseía, hizo oídos sordos al asunto. A día de hoy sigue sin conocerse ni un detalle sobre aquellas cantidades desorbitadas de dinero que le hicieron vivir mejor que un rey.

 

 

 

Una muerte misteriosa

Su hermano pequeño, Alfonso de Borbón, murió cuando don Juan Carlos contaba con 18 años. La familia estaba de vacaciones de Semana Santa en Estoril (Portugal). Los chicos estaban jugando con armas de fuego. Cuando Alfonso estaba limpiando su pistola se disparó accidentalmente en la cabeza. Su hermano Juan Carlos lo presenció todo. Esta fue la versión oficial. Y siempre se ha dudado de ella.

Durante el régimen de Franco había cierto oscurantismo que no ayudaba a esclarecer los hechos. El arma homicida había desaparecido. Y años más tarde corrieron rumores de que se había tratado de un asesinato ideado por el dictador porque Alfonso tenía madera de rey. Hoy en día se acepta la versión de que fue el propio Juan Carlos quien, de forma accidental, apretó el gatillo.

 

 

 

Admiración por Franco

 

Este punto no despertó gran escándalo. Pero la relación que Juan Carlos I tenía con el dictador parecía ser muy estrecha. No sólo por el hecho de que el futuro rey estuviera bajo la tutela de Franco varios años, sino por las respuestas que daba en las entrevistas que concedía.

En unas declaraciones a la televisión suiza el joven don Juan Carlos manifestó su admiración por el Generalísimo: “Es un ejemplo y tengo por él gran afecto”. El asunto no se quedaba ahí. En una entrevista en la Zarzuela declaró que Franco salvó a España de la “crisis de 1936” (año en el que, por cierto, estalló la Guerra Civil): Continuaba: “Sentó las bases para el desarrollo. Y el servicio por España son un ejemplo viviente”. Si Franco había sido su modelo a seguir, normal que hubiera cierto temor a que se volviera a repetir la historia.

 

 

 

 

Desnudos a bordo de un velero

 

Sí, como vemos en la foto superior, a Juan Carlos I se le pilló tomando el sol desnudo en la cubierta de su barco. Las imágenes fueron tomadas por paparazzis italianos que pillaron al monarca in fraganti. Fueron publicadas en la prensa italiana.

Pero en España jamás vieron la luz. Aunque la prensa se hizo eco de aquello. La Casa Real hizo todo lo posible por impedirlo. Se encargó de que ninguna televisión emitiese las imágenes y de que ningún periódico o revista publicara las instantáneas con el desnudo integral del rey. Aún así Italia no queda muy lejos y hoy en día existe internet, así que al final y, a pesar de estar protegidas, podemos verlas no sólo en España, sino en el mundo entero.

 

 

 

 

Malditos Bastardos

 

A su extensa lista de amantes se suma la de los hijos ilegítimos. Oficialmente el rey Don Juan Carlos I tiene tres hijos: Elena, Cristina y el actual rey de España, Felipe VI. Y es que a lo mejor no sólo son tres. Los rumores llevan años. Se le han llegado a atribuir hasta 20 bastardos. El caso más sonado fue el de la belga Ingrid Sartiau (en la imagen), que interpuso una demanda de paternidad una vez que Juan Carlos I había abdicado.

Alberto Solá, que acompaña a Sartiau en la foto, también inició otro proceso legal para que se admitiesen las pruebas de ADN. Se ha demostrado que son hermanos. Y el rey se ha negado a demostrar que es su padre. El último que se ha añadido a esta lista permanece en el anonimato. Fue la periodista Pilar Eyre la que reveló que se trataba de una mujer de sangre azul que sorprende por su parecido con el monarca.

 

 

 

¿Por qué no te callas?

 

Aunque para algunos fue un ejemplo de osadía, no hay duda de que aquel momento debió generar mucha tensión. Era la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado en Santiago de Chile en 2007. El entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, había hecho unas declaraciones en las que definía a José María Aznar como un fascista. José Luis Rodríguez Zapatero, que estaba liderando el Gobierno de España en ese momento, exigió respeto por el expresidente Aznar, al margen de la ideología que tuviera. La conversación fue subiendo de tono hasta que intervino el rey Don Juan Carlos I.

“¿Por qué no te callas?” le dijo muy enfadado a Hugo Chávez. Aquella frase dio mucho que hablar. Se convirtió en un fenómeno viral en redes sociales. Se hicieron burlas, parodias, tonos de llamada, y hasta programas de TV en España y Argentina.

 

 

La peineta del rey Juan Carlos

 

Como viene siendo habitual, las personas que deben mantener una imagen pública adecuada, se atreven ahora con todo. Y cuando hablamos de todo incluimos el corte de mangas. El rey emérito también quiso hacer uso de este gesto soez, porque siempre ha sido un señor muy campechano. O al menos, eso es lo que nos han contado.

 

El escándalo tuvo lugar en una visita oficial. Iba acompañado de su esposa, la reina Doña Sofía. En ese paseo en el que se dedican a saludar al público concentrado, él muestra ligeramente su dedo en señal de peineta. Sucede muy rápido, pero se aprecia perfectamente. El rey no se cortó en hacer un sonoro corte de mangas. ¿A quién? A cualquiera. A todos. O al aire.

 

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