Comprar por internet es algo bastante habitual en los tiempos que corren, generalmente, cuando compramos cosas online recibimos el producto rápidamente en nuestra casa, con la comodidad de no tener que desplazarnos nosotros a por él y que la compra sea tal y lo que habíamos pedido, nos agrade y todo acabe bien. Pero decides comprar por internet es también arriesgado, podemos encontrarnos situaciones con un final peor que el acabamos de describir, con vendedores que no sean del todo honestos, productos de calidad pésima, incluso auténticas estafas.

Hoy os mostramos diez ejemplos de personas que aprendieron de la peor forma que comprar por internet no da siempre buen resultado. El consejo del día: revisar calificaciones y reseñar.

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Pues resulta que a veces el tamaño sí que importa, sino que se lo digan al amo de este pobre gato, que con toda la ilusión del mundo le compró un rascador, sin darse cuenta de que se trataba o bien de una maqueta o bien de un juguete para una casita de muñecas. La cara del pobre felino que no entiende cómo va a meter la zarpa y rascar ahí, es un auténtico poema.

Este tipo de errores suele suceder cuando compramos en webs escritas en otro idioma, hay que intentar fijarse en todos los detalles y sobre todo verificar bien las medidas del producto que vamos a comprar.