El Vaticano tiene un nuevo frente a raíz de la biblia que ha salido a la luz y que al parecer fue encontrada en el año 2000. Se trataría de una biblia que se escribió hace más de 1.500 años sobre cuero tratado y en un dialecto del arameo, idioma en el que hablaba Jesucristo.

Esta biblia cuenta una versión bastante diferente a la que hoy en día se conoce. En ella se puede leer que Jesús no era el hijo de Dios sino que era solo un profeta. Además asegura que no fue crucificado, unos datos que cambian por completo la historia hasta hoy conocida.

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Además, en esta biblia se habla del islam. Al parecer, se asegura la venida de del profeta Muhammad y hay una serie de evangelios que no se recogen en el escrito sagrado que conocemos que se llaman «del Mar Muerto» y el Evangelio según Bernabé, quien era conocido como “El Apóstol de la alegría”.

Al Vaticano no le ha gustado demasiado este libro y ha pedido a las autoridades turcas la inspección del escrito por parte de expertos de la Iglesia Católica que allí tienen. Cobra de nuevo voz la creencia de que ha sido la propia Iglesia la que ha hecho una selección de los evangelios que se acabaron plasmando en la Biblia que hoy conocemos.