El equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones CientĆ­ficas en Valencia (CSIC) ha podido comprobar la intrĆ­nseca relaciĆ³n que guarda la EC con bacterias habitantes en microflora intestinal.

Este descubrimiento es pieza clave en la elaboraciĆ³n de tĆ©cnicas dietĆ©ticas y nutricionales que ayuden a que la persona afectada de celiaquĆ­a pueda recuperar el equilibrio intestinal y asĆ­ optimizar notablemente su calidad de vida con la remisiĆ³n de los sĆ­ntomas y el mejoramiento generalizado de la salud.

El estudio demostrĆ³ que a diferencia de una persona sana, la microflora del intestino de los celĆ­acos curiosamente presenta mĆ”s cantidad de bacterias daƱinas (bacteroides y enterobacterias), que favorables como son las bifidobacterias.

Luego de la dieta sin gluten la normalizaciĆ³n de esta microflora es parcial ya que las alteraciones no solo dependen de la inflamaciĆ³n causada en la fase activa de la enfermedad. Por otro lado los especialistas seƱalan que la virulencia de las enterobacterias estĆ” muy implicada con la apariciĆ³n y el desarrollo de la EC.

Dentro de este marco los investigadores del CSIC analizaron la capacidad que presenta el duodeno de los celĆ­acos para digerir el gluten y comprobaron que tienen mayor capacidad para degradar la gliadina que los que no padecen de EC, lo que es una consecuencia de su flora bacteriana. La degradaciĆ³n parcial de la gliadina puede originar fragmentos peptĆ­dicos tĆ³xicos para las personas celĆ­acas.

Referido: ADN