Beriev VVA-14

En el Museo de la Fuerza Aérea de Rusia en Monino lleva, desde el año 1987, uno de los tres únicos prototipos que se fabricaron del VVA-14, un VTOL (aparato de despegue y aterrizaje vertical) anfibio en un estado de conservación realmente lamentable. Como veis, también está desmantelado. Aún así el aparato impresiona no sólo por sus enormes dimensiones, sino por su singular forma, muy poco vista en aeronaves (debido a que este modelo era anfibio y disponía, por ejemplo, de flotadores).

La designación de este modelo es la VVA-14M1P, y su diseñador fue Robert Bartini. Su primer vuelo lo realizó en el año 1972.

Otra de las características que colabora a que tenga este raro aspecto es que a la nave le faltan las alas (podéis ver su imagen completa en el gráfico del final de este post). En teoría, el avión era capaz de despegar desde el agua, pudiendo rasear la superficie del mar y destruir los misiles Polaris de los Estados Unidos (uno de sus principales cometidos). Los misiles Polaris de lanzamiento submarino son unos misiles balísticos (no pueden modificar su trayectoria una vez lanzados). Sigue leyendo

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Beriev VVA-14

Con una envergadura de 30 metros, el VVA-14 tenía una tripulación de tres personas. Sus motores eran dos turbofans D-30M, mientras que para el despegue vertical usaba 12 turbofans RD-36-35PR como motores de elevación. Con un rango de alcance de 2.450 kms, su velocidad máxima era de 760 km/h a su máxima altitud, mientras que en crucero era de 640 km/h. Su armamento era de torpedos (2), minas (IGDM-500, 8 ) y 16 bombas PLAB-250-120. Su peso bruto era de 52.000 kg (23.236 kg. en vacío).

Los pontones de la cabina tenían un llamativo sistema de retracción, operado por varios dispositivos. Dicha cabina, cubierta por ventanales que ofrecían una visión periférica, estaba ocupada por las tres plazas (con asientos de eyección K-36L), en un diseño monocasco. El VVA-14 estaba pensado para buscar y destruir submarinos en un área de 1200 a 1500 km.

Sobre los prototipos, uno de ellos se abandonó en una fase temprana del proyecto, el otro fue dañado por el fuego, y el último (con el que se realizaron todos los vuelos de prueba) fue este abandonado en Monino.

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