Gato Habana origen de la raza

Gato Habana: origen de la raza. Los criadores de felinos muchas veces se empeñan en originar razas, un nuevo patrón que acentúe las características de una o más variedades diferentes. Así se originó el gato Habana, a partir de cruzas planificadas de siameses de color chocolate para dar lugar a una raza de color y esbeltez estables.

El nombre de esta raza se debe a su color, y nada tiene que ver con Cuba. Los primeros gatos Habana surgieron en Inglaterra, y sus creadores decidieron así llamarlos por la similitud de su tono la de un puro cubano.

Aunque el gato Habana forma parte de las razas más exóticas y sus ejemplares tienen un costo bastante elevado, en Oriente existen desde hace siglos animales de sus características. Y parece que fue a partir de la exportación de uno de ellos a Europa en el siglo XIX que nació la idea de crear un felino semejante al siamés pero con un color de pelo bien definido.

Marrón de La Habana, Havana Brown, Havana Café, Café Habano… Todos estos nombres se utilizan para nombrar al mismo gato. Incluso se ha usado una denominación diferente a todas estas, la de gato pardo castaño, propuesta por quienes consideraban que no estaba bien que Habana formara parte del nombre de una raza que no se originó en Cuba.

El llamativo pelaje del gato Habana se caracteriza por ser corto y en un tono marrón profundo y brillante, de una belleza increíble y que combina muy bien con su porte delgado y elegante. Es una mascota activa y cariñosa a la vez, y su temperamento se asemeja mucho al de sus ascendentes siameses. 

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